
Grupo: Rafo Ráez Y Los Paranoias (Perú)
Hasta hace poco, cuando escuchaba a Rafo Ráez, a mí me atacaba la nostalgia.
Era la década del noventa. Yo aún estaba en secundaria, y, pese a lo que mandaba la regla, no me satisfacía con las propuestas radiales. De modo que salí en búsqueda de nuevos sonidos y, gracias a un amigo llamado Rubén, conocí el primer disco en solista de Rafo Ráez: Suicida de 16. Con esa producción de fondo musical, dejé que fluyera mi adolescencia, que fue un conjunto de años en los que me dolía el existir.
Como decía, entonces, hasta hace poco, cuando escuchaba a Rafo Ráez, yo recordaba mis primeros choques contra la existencia.
Pero ahora, que he puesto en mi cd player su último disco, Chaski Changes, viene a mi cabeza la popular sentencia que indica que las cosas cambian y que, a veces, cambian para mal.
Desde hace mucho tiempo, Rafo Ráez ha venido trabajando en una obra ecléctica, bastante personal, que linda con la trova, pero que se instala en el territorio del rock. Chaski Changes es el resultado de esta búsqueda estética, que, para mí, ya ha perdido el norte y se dirige hacia el terrible extravío.
Acompañado por los Paranoias, Rafo Ráez intenta en Chaki Changes crear atmósferas sonoras. Pero el método que usa para lograr su propósito es el más inadecuado. Emplea los teclados con torpeza (no se necesita ser un experto para concluir que Rafo Ráez es un inhábil con el piano y el órgano), modula la voz hasta convertirla en un pitillo molestoso y abandona la fuerza de la batería y la guitarra eléctrica. Este corte lo tienen canciones como Déjalo morir en casa, Perdóname, Radiografías, Víboras místicas, Chico de ciencia ficción y Siempre se te extraña aquí.
Como si fueran un añadido a la lógica imperante del disco, se encuentran también canciones de una naturaleza sencilla y cercana a lo realizado antes por Rafo. Por ejemplo, en este lote de piezas tenemos a La chica de mis sueños. Con guitarras estridentes de acompañamiento, Rafo vocifera, de manera poco inspirada: “Dime si eres lesbiana / porque a mí me has vuelto maricón”. Otro track es Los planetas. Esta es una canción singular. No tanto por sus virtudes estéticas, sino más bien porque demuestra la coherencia que maneja Rafo al momento de hacer líricas. Dice, luego de hacer referencia a teorías sobre el universo: Galileo Galilei / Thomas Newton y su ley / Edgar Allan Poe y sus desvaríos. Me pregunto: ¿Qué tienen que ver esos científicos con el cuentista norteamericano? Explícamelo, querido lector / oyente.
No obstante el cúmulo de errores de este álbum, hay que admitir que Rafo, como siempre, ha hecho por lo menos un par de buenas canciones. Son los destellos en la noche oscura del compositor. Ahí tenemos: Tus ex, mis ex y 2.6. La primera tiene un ritmo sincopado, que se acerca al landó y a lo realizado por Portishead. La otra es una pieza con guitarras acústicas y una batería que vibra con fuerza. Su lírica hace referencia a los sentimientos calculados matemáticamente. Son, sin duda, recomendables.
Como decía, hasta hace poco, cuando escuchaba a Rafo Ráez, a mí me atacaba la nostalgia.
Pero ahora, que he puesto en mi cd player el Chaki Changes, me da pena. Porque estoy ante un músico con talento, que tuvo un tiempo dorado y que, sin embargo, está perdiendo el brillo y, salvo muy pocos, nadie se lo hace notar.
Ahora, cuando escucho a Rafo Ráez, me ataca la pena…
Hasta hace poco, cuando escuchaba a Rafo Ráez, a mí me atacaba la nostalgia.
Era la década del noventa. Yo aún estaba en secundaria, y, pese a lo que mandaba la regla, no me satisfacía con las propuestas radiales. De modo que salí en búsqueda de nuevos sonidos y, gracias a un amigo llamado Rubén, conocí el primer disco en solista de Rafo Ráez: Suicida de 16. Con esa producción de fondo musical, dejé que fluyera mi adolescencia, que fue un conjunto de años en los que me dolía el existir.
Como decía, entonces, hasta hace poco, cuando escuchaba a Rafo Ráez, yo recordaba mis primeros choques contra la existencia.
Pero ahora, que he puesto en mi cd player su último disco, Chaski Changes, viene a mi cabeza la popular sentencia que indica que las cosas cambian y que, a veces, cambian para mal.
Desde hace mucho tiempo, Rafo Ráez ha venido trabajando en una obra ecléctica, bastante personal, que linda con la trova, pero que se instala en el territorio del rock. Chaski Changes es el resultado de esta búsqueda estética, que, para mí, ya ha perdido el norte y se dirige hacia el terrible extravío.
Acompañado por los Paranoias, Rafo Ráez intenta en Chaki Changes crear atmósferas sonoras. Pero el método que usa para lograr su propósito es el más inadecuado. Emplea los teclados con torpeza (no se necesita ser un experto para concluir que Rafo Ráez es un inhábil con el piano y el órgano), modula la voz hasta convertirla en un pitillo molestoso y abandona la fuerza de la batería y la guitarra eléctrica. Este corte lo tienen canciones como Déjalo morir en casa, Perdóname, Radiografías, Víboras místicas, Chico de ciencia ficción y Siempre se te extraña aquí.
Como si fueran un añadido a la lógica imperante del disco, se encuentran también canciones de una naturaleza sencilla y cercana a lo realizado antes por Rafo. Por ejemplo, en este lote de piezas tenemos a La chica de mis sueños. Con guitarras estridentes de acompañamiento, Rafo vocifera, de manera poco inspirada: “Dime si eres lesbiana / porque a mí me has vuelto maricón”. Otro track es Los planetas. Esta es una canción singular. No tanto por sus virtudes estéticas, sino más bien porque demuestra la coherencia que maneja Rafo al momento de hacer líricas. Dice, luego de hacer referencia a teorías sobre el universo: Galileo Galilei / Thomas Newton y su ley / Edgar Allan Poe y sus desvaríos. Me pregunto: ¿Qué tienen que ver esos científicos con el cuentista norteamericano? Explícamelo, querido lector / oyente.
No obstante el cúmulo de errores de este álbum, hay que admitir que Rafo, como siempre, ha hecho por lo menos un par de buenas canciones. Son los destellos en la noche oscura del compositor. Ahí tenemos: Tus ex, mis ex y 2.6. La primera tiene un ritmo sincopado, que se acerca al landó y a lo realizado por Portishead. La otra es una pieza con guitarras acústicas y una batería que vibra con fuerza. Su lírica hace referencia a los sentimientos calculados matemáticamente. Son, sin duda, recomendables.
Como decía, hasta hace poco, cuando escuchaba a Rafo Ráez, a mí me atacaba la nostalgia.
Pero ahora, que he puesto en mi cd player el Chaki Changes, me da pena. Porque estoy ante un músico con talento, que tuvo un tiempo dorado y que, sin embargo, está perdiendo el brillo y, salvo muy pocos, nadie se lo hace notar.
Ahora, cuando escucho a Rafo Ráez, me ataca la pena…
Julio Meza Díaz
You Tube y sus virtudes: