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jueves, 12 de febrero de 2009

Rafo Ráez –“Vico C y El General son gente que siempre he respetado”.

Rafo Ráez (Lima, 1968), quien en una canción sugiere a sus escuchas “no des esa entrevista”, se hizo de un tiempo libre y, pese a todos los pronósticos, me dio esta entrevista. Amigablemente, y sujetando una guitarra acústica, con la cual acompañó por momentos el intercambio de palabras, me respondió con prolijidad cada una de mis preguntas. El resultado: una extensa conversación en la que se recorre toda su trayectoria discográfica, se habla de música en español y en inglés, y se hace referencia a la poesía peruana contemporánea. Estimado lector / oyente, te invito a sumergirte en este diálogo con unos de los principales exponentes de rock en el Perú. Encontrarás más de una sorpresa.

Así como hay una formación sentimental para los escritores, en el caso de los músicos existe una formación musical. ¿Cuál es tu década de formación?
Los 70. Yo escucho músico ávidamente desde niño.

¿Qué edad tenías aproximadamente?
Cuatro o cinco años.

¿Qué escuchabas?
Beatles, Nino Bravo, Abba, Bee Gees, Salvatore Adamo, E.L.O. “Roller” de April Wine recuerdo que fue la primera cosa de rock fuerte que escuché. ¿Disco Club comenzó en los 70?

Yo no existía. No era ni espermatozoide.
Bueno, Gerardo Manuel dirigía el programa a los niños. De hecho su despedida era: “tomen toda su leche”. Y, efectivamente, éramos gente que tomábamos nuestra leche. Éramos escolares de primaria… Ah, escuchaba Paul McCartney; Wings, que era un grupo absolutamente setentero.

¿Y un grupo que en los 70 te marcó?
Paul McCartney, que era Wings. Aunque nunca quedaba claro si Paul era solista o participaba en un grupo. Recuerdo que en una navidad no quise un juguete –fuerte apache, creo–y opté por un disco, que es el primer disco que compré: Wings, Greatest Hits. Y lo compré por Mull of Kintyre, que es una de las cumbres del rock fusión folk en la historia de la música.

Entonces, Paul Mc Cartney fue tu músico de los 70.
En realidad lo que más escuchaba en la casa era música clásica, porque había una gran colección de ella. Yo no trataba de tocar guitarra. Quería tocar piano. Lo que intentaba ejecutar era música clásica. Mi acercamiento con la música popular fue Paul Mc Cartney.

¿Cuándo empiezas a tocar instrumentos?
El año exacto no lo recuerdo. Pero a mi hermano mayor le gustaba mucho Los Panchos. Y él tenía una guitarra acústica y un cancionero de Los Panchos –de la Editorial Toribio Anyarín Injante, que sacaba (y quizás sigue sacando) libritos de huaynos y cosas semejantes–. Entonces, le robaba su guitarra y su cancionero. Y así fue. Así fue como empecé.

Si los 70 fue tu década de formación musical, ¿en los 80 tenías claro que ibas a ser músico?

En los 80 me enteré que hubo en los 70 un montón de música que yo no había escuchado. Por ejemplo, Led Zepellin, Black Sabbath, The Who, Serú Girán, Pistols. Me dediqué, pues, a investigar los 70, que yo había vivido de forma distinta. También en los 80 se rescató el pop de vanguardia: Blondie, Devo, etc.

¿En los 80 estabas en secundaria?
Sí.

¿Y en qué momento haces tu primera banda de rock?
Mi primera banda –Ráez– la formé inmediatamente después de terminar el colegio. Era una banda setentera.

¿Sacaron algún disco?
No. Sucedía en aquel entonces que, como había terrorismo, la gente no salía de su barrio. Entonces, nosotros éramos como estrellas de rock de nuestro barrio. Las chicas gritaban desde el segundo concierto. El grupo era un éxito.

¿De qué barrio hablas?
Salamanca.

¿Eso en qué año fue?
Mi banda comenzó a tocar en enero del 86.

¿En aquel entonces conocías lo que hacían los subterráneos? ¿Sabías de Narcosis, Leusemia, Zcuela Cerrada, Voz Propia?
Yo conocía personalmente a Daniel F., porque hubo una invitación a todos los grupos de rock a utilizar con bastante libertad el teatro del Ministerio de Educación, que queda en el edificio que está frente al parque universitario. Y en esa reunión nos conocimos. Por ejemplo, había un grupo maravilloso llamado Salón Dada, que era el que más me gustaba. Los grupos de rock progresivo, como el mío, compartíamos espacio con los grupos subterráneos. La diferencia era que los grupos subterráneos eran lo nuevo, y nosotros éramos lo antiguo, como hippies fuera de tiempo.

Tú sacaste tu primer disco el año 96.
Antes hubo otros casetes. Una tocada en la noche y un demo que se llama “Si pudiéramos vivir”, que lo produjo Daniel F. y un poco Pancho Müller.

Tu primer disco, “Suicida de 16”, fue el mejor disco para la revista Caleta. ¿En ese momento ya tenías claro que te dedicarías a la música?

En los 70 era un oyente. En los 80 era un fan. Y en los 90 soy alguien con una propuesta., que era el matrimonio de la herencia hippie con la herencia punk. Cosa en la cual coincidía gente como Ronald de Actitud Frenética, que venía haciendo algo que sonaba a grunge desde el 88 prácticamente. Y tuvimos la suerte de que quienes proponíamos este matrimonio coincidimos con los grupos que siguieron a Pixies. Pixies impulsó algo que luego se convirtió en el grunge.

Acabas de afirmar que tu propuesta era un matrimonio de la herencia hippie con la punk. Sin embargo, tu primer disco tiene muchas referencias grunge. Incluso hay una canción dedicada a la muerte de Kurt Cobain. Incluso La Inocencia primaria del diablo es grunge.
“La inocencia primaria del diablo” es del 87–88, que haya sonado como de los 90 fue por las mismas razones que los discos de Pixies del 87–88 suenan muy 90 hasta ahora. Es decir, hubo una serie de gente a nivel mundial que tuvo las mismas influencias y, por ende, llegaron a resultados parecidos. Mira, Kurt Cobain nace 67. Yo nazco el 68. Kurt claramente junta folclore con punk. Y nosotros hacíamos lo mismo. En realidad, los más originales eran los Pixies. Cuando los escuchas, te dices: ¿estos qué diablos han escuchado antes? Y eso se debe a que el guitarrista es Filipino y etcétera. Es un grupo realmente raro.

Hay un detalle de los 90. Recuerdo que iba a fiestas de colegio en ese entonces, y todos bailábamos rock. Es más, bailábamos hasta Metallica. Cosa imposible en la actualidad. Por ello, a mí me parece que los 90 fue la década de la explosión del rock norteamericano en el Perú, que se le llamó rock alternativo. ¿Tú escuchabas rock alternativo?
Claro que sí. Era como que por fin había llegado la música que queríamos que llegara hacía rato.

¿Qué grupos escuchabas?

Nirvana, Blur, EMF.

¿Pearl Jam?
No, nunca me capturó. Te puedo mencionar a Sound Garden.

¿Escuchabas a los peruanos de los 90?
Escuchaba a Mojarras. Tuve la enorme de conocerlos antes de que se formaran. Cachuca tiene una garganta que parece una pierna. Es un cantante impresionante. Toda la época de Mojarras antes de su gira en Europa es una bendición haberla vivido.

¿Qué otros grupos escuchabas de los 90?
Las Romanzas de Daniel F.

¿La Raza?
No me gustaba.

¿Demente Común?
Me parece que no les gustaba el castellano.

¿Cementerio Club, que salió en un disco mediante la revista Caleta?
No, no. Recuerdo a Actitud Frenética, que, siempre es bueno repetirlo, es “quizás” el primer grupo grunge en el mundo.

¿Quién fue primero Pixies o Actitud Frenética?
Creo que Pixies. Pero no eran tan hippies. Por otra parte, Actitud Frenética pago un precio muy caro por defender la marihuana. Me parece que es el primer grupo post Velazco que habló de la marihuana, y que la razón que fueran dejados de lado es porque fueron los primeros que hablaron claramente sobre el tema.

¿Pelo Madueño con la Liga del Sueño?
“Por tierra” me parece un gran disco.

¿Mar de copas?
Lo que más me ha gustado de ellos ha sido el “Suna”.

Luego del “Suicida de 16”, sale “El Loco y la Sucia”, que es de finales de los 90. Da la sensación que el aire grunge se deja de lado.
Pero tiene bastante de grunge.

Tiene más de punk, creo. Recuerdo el punk de “Vampiro de la amistad” o “El punk del Loco y la sucia”.
Pero “Ella no tiene un proyecto” es bastante grunge. “Dios serpiente” también es grunge. Es como lo que luego hizo Foo Fighters. “Los Viejos verdes” es grunge. Vampiro de la amistad también lo siento grunge.

Yo no lo noto así.
Mira, lo que además tiene esa canción es fusión. Y fusión no es sólo mezclar tu folclor con lo de afuera, sino también mezclar dos cosas de afuera, como punk y grunge.

Hay algo de este disco que resalto. “Nada como una sonrisa tuya” fue una canción que era cortina musical de una miniserie. ¿Fue tu primer acercamiento con los medios masivos?
Sí, la miniserie era Cuchillo y Malú, que dirigió Aldo Salvini para Iguana Films. Y en realidad mi primer acercamiento con los medios masivos fue con “Celtar, en otra galaxia”. Ofelia Lazo, que se hizo muy famosa en los 60 con una telenovela llamada Natacha, en los 80 se decidió a hacer una obra de teatro para niños acerca de la ecología. Entonces, contrató a mi viejo, y él, que me veía todo el día con la guitarra, me contrató para hacer la música. Por cierto, mi viejo hizo la letra. Yo, antes de sacar mi primer disco, he sido músico por contrato en ese tipo de cosas.

Luego de “El Loco y la sucia”, viene el “Muéranse”. Recuerdo haber leído en la revista Caleta que ese disco era tu disco del cambio. Tu sonido en ese disco es distinto. Tienes influencia de Spinetta.
Mira, el que tiene influencia de Spinetta es Cerati. Y yo adoro a Cerati. Pero no he logrado simpatizar con Spinetta. Antes lo odiaba.

Pero los punteos de la primera canción del “Muéranse” son muy Spinetta.
Pero échale la culpa a Cerati. Mira, para mí “Bocanada” es uno de los mejores discos de la historia del rock.

En el Muéranse hay un rap. Es evidente, pues, que ya no tienes una influencia grunge.
Bueno, pero “Doctor Merengue” tiene la batería del comienzo con influencia rap. “Viejos verdes” tiene un rap clarísimo al medio. Ya había hecho cosas con rap. Es decir, música como la que hacía El General creo que nunca me molestó.

¿Vico C?
Lo he disfrutado.

Lisa M.
No conecté tanto con ella. Vico C y El General son gente que siempre he respetado, siempre he defendido. He toneado con ellos.

Hay una canción con aires de Bossa Nova en el Muéranse.
Yo estudié piano y no aprendí nada. Pero en la casa donde me enseñaban piano había una colección de Bossa Nova, de Chico Buarque. Y este se le asocia más al MPB, que es el movimiento de canción popular brasilera inmediatamente posterior al Bossa Nova.

En el “Muéranse” también hay punk. ¿Te desprendiste de la onda grunge en ese disco?
En ese disco hay una canción muy grunge que se llama “Vergüenza de existir”. Es una canción grunge con batería eléctrica, pero es grunge. Además, como un detalle de coincidencia generacional, Pepe Gallo, de Theremyn 4, que venía de ser el baterista de una banda grunge, comienza a usar en esa época la batería eléctrica. Claro, él es un baterista, que quiso lucir la batería. Yo, por el contrario, tengo preferencia con otros instrumentos.

Muéranse es del 2000. Luego viene el “Camisa”, que ya tiene otro sonido. Es decir, los de Caleta tuvieron razón: el “Muéranse” fue un disco de cambio. Por eso, el “Camisa” no se parece en nada al “Suicida de 16”. Ahora bien, el “Camisa” tiene canciones que respeto mucho. Por ejemplo, “Blas”, por el tema de la lectura y la infancia. U otra canción que, creo, debió convertirse en un himno generacional en el Perú, como “El Baile de los que sobran” de los Prisioneros en Chile. Me refiero a “El hombre que quería ser un árbol”.
Bueno, a su manera se ha hecho famosa.

Lo que sucede que esa canción, “El hombre que quería ser un árbol”, sale cuando el tiempo de Fujimori. En aquel entonces se había destruido la democracia, se logró botar a Fujimori, pero luego nació la pregunta: ¿qué iría a venir después? ¿Hay ese discurso tras esa canción?
“El hombre que quería ser un árbol” trata sobre la elección de echar raíces. Siempre nos dicen que nuestro pasado son nuestras raíces. Y yo lucho todos los días contra esa mentira. Nuestro pasado no son nuestras raíces. Las raíces son algo que está vivo, que tienen tanto futuro como las ramas. Las raíces verdaderamente sanas son las que siguen creciendo.

Lo que dices es, más o menos, lo que afirma Mariategui: él afirma que la tradición no es estática, sino que está en movimiento, en construcción. ¿Es a eso a lo que te refieres?
Prefiero usar la imagen del árbol, porque me permite hablar de lo subterráneo. Lo subterráneo son las raíces. Vemos el árbol, vemos las ramas. Pero el que quiera ver las raíces tendrá que matar al árbol. Y el que lo haga, jamás entenderá al árbol. Entonces, yo creo que la música tiene un matrimonio con lo invisible. Porque la música es un arte de lo sonoro, de lo no visible. Y creo que las cosas invisibles como las raíces, como lo subterráneo, tienen un matrimonio místico con la música.

En el “Camisa” hay una canción llamada “Amor concreto, amor abstracto”. Suena a grunge, pero a un grunge distinto al que hacías al principio.
Bueno, esa canción tiene mucha influencia de un grupo maravilloso de los 90 llamado Underworld, que es el grupo de música electrónica que más ha trabajado el tema de las letras y de la voz.

Aquí en Lima se hizo conocido por el tema “Born Slippy”, que era parte del soundtrack de Trainspotting.
Claro, “Amor concreto, amor abstracto” es un poco nuestra respuesta a Trainspotting.

El Camisa es del 2000. ¿Qué grupos escuchabas a inicios de esta década?
Bjork, Underworld, Blur, Cake, Cerati –el Bocanada–, Aterciopelados, Susana Baca, Coldplay, Manu Chao, Stereolab.

¿Grupos peruanos? ¿Turbopótamos?
Sí. He ido a sus primeros conciertos. Me gustaba más antes. En el “Camisa” hay una canción llamada “No profesional”, que es una respuesta al primer demo de Turbopótamos.

¿Bareto?
No he conectado con Bareto.

Cementerio club se consolidó el 2000.
Tampoco conecté con ellos. Por esa época nosotros adorábamos el disco de Metadona (la banda de Sandra Requena y Fernando Chirinos) “Pare de sufrir”.

¿Natasha Luna?

Su piano minimalista fue una influencia para el Chaski Changes.

¿Fucking Sombreros?
No

¿Catervas?
No. Es que a mí me gusta el castellano. Ellos no pronuncian claramente.

Su último disco es muy bueno. Te lo recomiendo.
Tienen un lindo video.

Pero sí pronuncian bien el castellano.
Bueno, ojalá.

Después del “Camisa”, viene el “Obsequio”. El sonido es otro. Es algo semejante al wordmusic. Se acerca a lo que hace Susana Baca o Rubén Blades en sus últimos discos.
El Obsequio supongo que tiene esas influencias brasileras que de niño me gustaban mucho. Tiene mucho de Chico Buarque. Yo adoro a Chico Buarque.

En el Obsequio es importante la música, pero lo que me parece más importante es el lenguaje. ¿Fue una preparación para lo que luego harías con Watanabe?
A José le gustaba más el “Camisa”.

¿Cómo percibes el “Obsequio” dentro de la línea de tus demás discos?
Yo lo percibo como el lado A del “Muéranse”, que es el lado B del “Obsequio”. El “Muéranse” es una cachetada a la riqueza. Y el “Obsequio” es una cachetada a la pobreza. Y creo que es importante que toda persona, por lo menos una vez en la vida, llegue a esos extremos. Porque el verdadero ser humano está más allá de la riqueza y la pobreza, son fronteras que debemos cruzar para conocernos de verdad.

¿Llegaste a tocar el “Obsequio” en vivo?
Solo una vez. Sucede que es carísimo. Necesita un familión de gente en escena. Y, hay que decirlo, gente muy talentosa. Porque, si bien es cierto yo soy el director o arquitecto, también tengo el gusto de ser influenciado por la gente con la que trabajo.

¿Nombres?
Por ejemplo, en el “Muéranse”, Óscar Reategui, que, creo, es una persona importante en lo que es el noise en el Perú. Y en el “Obsequio”, Mino Mele y Javier Lazo, que ha compuesto los singles de Susana Baca. Y la misma Susana, con la que, es un secreto a voces, formamos un taller en el que hacíamos cosas con el sonido. Y algún día se mostrará en CD lo que se hizo en ese taller, llamado “Oro Azúcar”. El “Obsequio”, pues, es un disco influido por ese taller.

Luego del Obsequio viene el disco con Watanabe. Hablemos de poesía peruana. ¿Cuáles son tus autores favoritos?
Oquendo de Amat, Luis Hernández, Watanabe. Y, en particular, si bien es cierto que no es considerado un poeta, a mí me mueve mucho Arguedas. Desde que conocí su obra, a finales de los 80, siempre me ha movido mucho. Y bueno, Vallejo, que es el papá de todos. Es omnipresente.

¿Cómo fue el trabajo con Watanabe? ¿Él tocaba el lado de la música? ¿Tú tocabas el lado de las letras?
Digamos que el 99% de la letra es de él. Y él me permitía tocar el resto. Igual sucedió con la música. Porque también era un taller, con preguntas, retos, pruebas y error. Pez de fango tiene once canciones, pero se hicieron como catorce.

Recuerdo del “Pez de fango” dos canciones que me gustan mucho. “Elefante”, que es una que me gusta mucho, porque en ella la lírica y la música encajan muy bien. Y “Junto a la reja de fierro”, que es una canción tristísima. Yo se la mandé a una ex enamorada y me funcionó.
Qué bueno. Para eso son las canciones. Lo que me has mencionado es muy importante, aparte de que es importante porque lo has vivido. Las preguntas que se hacía José y que me hacía a mí eran preguntas como la siguiente: ¿para qué sirve una canción? Y una canción sirve para que la gente se reconcilie. O para que la gente se insulte. Ahora que me dices que la canción ha sido útil, pienso que eso le haría feliz a José. Porque es precisamente el enfoque que José le daba a las canciones. Por lo menos no las enfocaba como canción bonita o fea.

O sea no era meramente esteticista.
No, él se preguntaba cómo engarzan las canciones con la vida de la gente. Por eso alguna vez he dicho que el disco se parece a una especie de película de jóvenes atrapados, prisioneros en la ciudad. Porque era el personaje que a él le preocupaba, que a él le dolía.

El sonido del disco “Pez de fango” ya es un sonido Rafo Ráez.
De hecho es el primer disco mío, cuya producción musical yo he dirigido. Esto de que los bajos sean más importantes que las guitarras, de que el castellano sea EL CASTELLANO, de las baterías complejas que pasan de un ritmo a otro ritmo narrativamente, de que a alto volumen te provoque bailar. Hay un montón de cosas deliberadas.

Luego del disco con Watanabe viene el “Chaski Changes”. No te vayas a ofender, pero, para mí, el “Chaski Changes” es un bajón. ¿Por qué te animaste a usar el piano? Es evidente que no lo dominas.
Mira, ¿Por qué la mayoría de los grupos festivaleros tienen el derecho de tocar la guitarra como un chancho y nadie va a tener de derecho de tocar el piano como un chancho? Qué tiene la guitarra que no tenga el piano.

Sucede que el rock es guitarra, batería. El piano se usa solo como anexo.
No, el rock es piano también, desde Little Richard. Había un tipo que se subía encima del piano y lo pisaba. La gente tiene la concha de tocar una guitarra mal, pero no quieren tocar un piano medianamente mal. Que se decidan: ¿son punks o no?

De acuerdo a mi perspectiva, en el “Chaski Changes” hay dos canciones en las que no utilizas piano y son, justamente, las buenas. Esas son “El caminerito”.
Eso es por Raúl Loza. Lo que hace en el Caminerito es muy encomiable. La canción es un sólo de batería de Raúl.

La otra canción es “2.6”.
Al final hay un teclado.

En las demás canciones quieres generar atmósferas, trabajar la parte vocal, pero no lo logras.

En realidad ese disco es la respuesta a todos los grupos que agarran la guitarra sin saber tocarla.

Pero si querías hacer una respuesta, ¿no crees que deberías haber agarrado el piano sabiéndolo tocar bien?
Yo toco la guitarra tan bien como ellos tocan la guitarra. Es sencillamente un asunto de costumbre.

Hay una canción que rescato entre las que tocas con piano: “Tus ex, mis ex”.
Es muy Susana Baca.

Creo que si todas las canciones hubieran llegado a esa cima, porque “Tus ex, mis ex” es una cima, el Chaski Change hubiera sido un buen disco. Pero parece que las demás canciones con piano son intentos fallidos o prácticas para llegar a “Tus ex, mis ex”.
Mira, ¿alguien había hecho una canción que diga lo que dice “Déjalo morir en casa”? Esa canción dice algo que ya era necesario que alguien lo dijera. A veces uno hace una canción para decir algo que es necesario decir. O sea, “Déjalo morir en casa” a mí me enorgullece. Yo sé que está tocada por un mal pianista que soy yo, pero es una canción que tenía que existir para que haya un poco más de equilibrio cósmico. Porque finalmente la música se trata de eso: de equilibrar situaciones. Es decir, cuántas canciones se están haciendo en este momento, con tres acordes de guitarra, que dicen exactamente lo mismo que ya han dicho antes setecientas canciones. Eso es lo que la industria nos ha enseñado a hacer: trazar setecientas veces la misma canción con el mismo acorde. Ese es un enfoque industrial. Ahora bien, un segundo argumento de defensa a favor del “Chaski Change” es el siguiente: asumiendo que es un disco menor en mi discografía, te puedo decir que los bocetos son una cosa, pero los abortos son otra cosa. Y hay bocetos que tienen que existir.

Me estás dando justificaciones teóricas…
Mira, en los 80, los grupos subterráneos, Salón Dadá, por ejemplo, no sonaban mejor que el “Chaski Changes”, pero decían algo que ya era hora que alguien lo dijera en esa Lima de aquel momento. El “Chaski Changes” es un disco que está muy dirigido a quien no conoce nada de mí.

Cuando se trabaja con literatura, la materia de trabajo es la palabra. Cuando se trabaja con canciones, la materia de trabajo es la música y la lírica, la fusión de ellas dos. Desde esa perspectiva, desde una perspectiva meramente estética, las canciones del “Chaski Changes” son malas. Lo que tú querías decir es rescatable. Pero la música es mala. Y la unión de ambos elementos da algo pésimo.
Mira, en la mañana, lo primero que he hecho al despertar es escuchar el “Chaski Change”. Pero ni siquiera te puedo decir que sea un disco malo. Sucede que en su momento me dijo cosas y me sigue diciendo cosas. Tal vez es un disco lleno de sugerencias. Y tal vez no es un cuadro terminado, sino un boceto. Pero estoy cien por ciento seguro que no es un aborto. Efectivamente, hay partes que se sienten más acabadas que otras. “Tus ex mis ex” tiene un acabado hasta comercial. O “Me suicide” es un single. ¿Pero realmente no vivimos en un mundo y en una ciudad en la que hay setecientas canciones, con los mismos acordes y con las mismas letras, hechas por setecientos grupos diferentes? ¿Y no están saliendo setecientos grupos más con esas mismas características? Frente a ese panorama, ¿no es “Chaski Changes” un disco que ya era hora que alguien lo hiciera? Además, cuando uno trabaja como músico contratado para publicidad o empresas ambiciosas, lo que se ve es que a ellos hay una parte del espíritu de la gente que les importa un comino. En ese sentido, “Chaski Changes” es un disco anti–comercial. La canción más pop del disco, “Me suicide”, tiene una letra anti–pop. La canción más alegre está en los bonus track. Pero, efectivamente, hay una nube negra sobre el disco. Y a todo el mundo le toca vivir alguna vez un período de nube negra.

Pero la prensa no trató mal al disco. En realidad no lo trató ni bien ni mal. Solo dijo que era el nuevo disco de Rafo Ráez. De repente la prensa no lo entendió.
Vamos a ver si el “Chaski Changes” sobrevive a la prueba del tiempo. Hasta ahora está sobreviviendo. Esperemos dos años más.

Luego del “Chaski Changes”, sacas otro disco el año pasado: “La reina pastrula”. En el que hay dos canciones que me gustan mucho. Pero entre ellas una sobresale: “Pueblo Jardinero”. Es una canción muy sencilla. Pero que construye una suerte de espiral que va creciendo. Y además tiene un lenguaje muy elaborado. “Pueblo jardinero” es como una instalación sonora: cuando la escuchas, ingresas a la canción. Creo que es la gran canción del disco.
Esa canción iba a darle el título al disco. “Pueblo jardinero” es una canción fácil de entender que tiene mucha información que los ricos se reservan y que se cuidan mucho que los pobres no la conozcan. Uno de los grandes secretos de los ricos es hacer creer que los pobres van a dejar de ser pobres por tener dinero. En este momento de mi vida, por mi edad y por lo que he viajado, ya tengo mundo, y puedo decir que una de las cosas que tienen todos los sistemas religiosos antiguos es que hay una relación entre el jardín y la buena vida. Lo tienen los musulmanes, los judíos, los chinos, los incas, las religiones africanas. En este momento de la historia es importante que todos esos puntos en común que tienen esos sistemas religiosos sean devueltos al pueblo. Toda esa filosofía no ha sido de élite. Han sido filosofías populares, que los pueblos han perdido, porque viven trabajando de sol a sol para conseguir dinero. En consecuencia, se están empobreciendo en todos los sentidos. Porque, finalmente, tomarte tu jugo de maracuyá en tu jardín seguirá siendo un momento de riqueza. Y esta es una cosa que los ricos se reservan. Por todo esto, la letra de la canción es muy larga. Porque todo este rollo solo podían ser dicho en símbolos. Sería un imbécil si lo canto literalmente. Es un rollo que nos ha sido enseñado en lenguajes antiguos, y debía ser cantado de esa manera. Es un rollo que está a mitad entre la trova medieval y la revelación bíblica.

Hay otra canción de “La reina pastrula” que me gusta mucho, y que se llama “Blanco y rojo”, y que habla sobre el Perú. ¿Cuál es tu relación con el Perú?
De amor–odio como todos. Por la edad, cuando uno ha viajado tanto por el Perú, te das cuenta que, como territorio, es algo muy entretenido. Es un territorio que te vuelve loco. Es decir, qué alucinantemente muchos países es este país.

Hay otra pieza: “Incendio”. ¿Es una suerte de remake de “Campo minado de corazones”?
No, es un huayno. Y ahí acaba el parentesco.

Pero ambas tienen también de Led Zepellin.
Claro, Jimmy Page es lo máximo. Él es el guitarrista que mejor mezcló folclore con rock.

Bueno, entonces ambas canciones tienen esos dos elementos.
Incendio es más punk. Campo minado de corazones es más hippie.

En mi blog, en la crítica a “La reina pastrula”, hay el comentario de un anónima que afirma que el título de tu disco hace apología a las drogas.
Que escuche la canción “La reina pastrula”. Esta se trata de una persona que ha sido destruida por las drogas. Ahora, la música es de cabaret.

¿Por qué ponerle “La reina pastrula” y no “Pueblo jardinero”?

Porque es un disco de rock. Un disco urbano. Pueblo jardinero suena muy rural. Si bien es cierto yo creo en las plantas, vivo en la ciudad. Soy de la ciudad. Y, además, decir “La reina pastrula” automáticamente te sitúa en Lima–Perú hoy. No te ubica ni en los 90 ni en el futuro. Es lo que vemos en estos momentos.

Una pregunta rápida para concluir. Dime, ¿Daniel F. o Gianmarco?
Qué malvada pregunta. No hay punto de comparación.

Pero ambos representan a un espacio amplio dentro de la música. Y ambos, a su manera, son buenos en lo que hacen.
Es cierto, ambos, a su modo, son buenos en lo que hacen. Pero una canción como la “Karakola Subterránea” tiene una complejidad y una belleza que merece un mejor destino.

¿Y Gianmarco?
Tiene la disciplina del pop. Tal vez lo único que le falta es bailar. Es decir, el pop es pop. Y si estás jugando con el pop…

Pero Gianmarco no se vende como artífice de pop. Él se vende como trovador. Quiere ser una suerte de Joaquín Sabina.
Pues se está pareciendo más a Chayanne que a Joaquín Sabina. Y, por si acaso, no es fácil lo que ha hecho Chayanne. Me parece que hace cuatro horas de ejercicio diario. Yo respeto mucho el sudor. Quien la suda no la roba. Yo soy un flacuchento por elección. Nadie me ha prohibido ser fortachón. Es decir, los que han decidido ser fortachones, pues merecen mi respeto. Yo no lo haría, pero qué bien que alguien lo quiera hacer.

Volviendo a Gianmarco, has dicho que a él le falta bailar.
Te lo diré de la forma más amorosa posible. Creo que él disfrutaría más de la vida si, aunque sea en privado, bailara un poco más. Varios de sus temas tienen ritmo funky. Y es una verdad universal que el dios del funky bendice a quienes bailan. No lo digo con mala fe.

Bueno, esto sería todo. Gracias, Rafo.
Gracias a ti.

Y, estimado lector / oyente, espero que hayas disfrutado de este diálogo con Rafo Ráez y que, si desconocías algunas de sus canciones que hemos mencionado, vayas corriendo a una discotienda a conseguir los trabajos de este excelente cantautor. Finalmente, solo hay algo mejor que informarse sobre un artista, y eso es disfrutar de su arte. ¡Hasta la próxima!
Julio Meza
Imagen: carátula de La Reina Pastrula
Cortesía de Rafo Ráez
Gracias a la amabilidad de Rafo Ráez,
los herederos del gran poeta José Watanabe,
la banda Los Paranoias y la disquera que trabaja
con el mismo Rafo, pongo a disposición de usted,
querido lector / oyente, las siguientes canciones:
"Blas" del disco Camisa
"Déjalo morir en casa", "Me suicide" y "El caminerito"
del disco Chaski Changes
Y "El sueño de tu muchacho", del disco Pez de Fango

6 comentarios:

J.L.M. dijo...

Que buena entrevista!!!! Me dio risa tu "titular" asi mismo Trome, supersensacionalista, jajajajaja. El tío es un capo, sin dudarlo, aunque me ha costado mucho digerir su voz. Saludos y pasa por mi blog para comentar.

PD: Te mande un mail para la conversa prometida pero no recibi rpta.

Julio Meza Díaz dijo...

Estimado José Luis:

Gracias por participar nuevamente en los comentarios de Atrapa la luz.

Aunque no lo creas, para mí es una costumbre ineludible visitar tus blogs. Siempre tienes datos nuevos e interesantes que leer.

Sobre lo de la conversa, pues te diré que, por estos días, me encuentro sumergido en la realización de una tesis -para mi grado- de nunca acabar. De modo que no dispongo de mucho tiempo libre, salvo del que uso para escribir un poco y mantener a flote este blog. No obstante, te prometo que, cuando me libere de las presiones circunstanciales, nos reuniremos para conversar amablemente.

Gracias de nuevo por participar. Y suerte.

Julio Meza.

Anónimo dijo...

Hola Julio Meza mi nombre es Kevin espero que puedas leer mi comentario.

Hoy septiembre del 2011 he podido leer este post del 2008 y otros relacionados a Rafo Raez en tu blog, a mi parecer son muy pertinentes.
Sólo te quería decir que para mí, en serio,-- y no es porque lei tus publicaciones sobre "elChaski Change" o la entrevista que le haces a Rafo Ráez, y de inmediato tome una pocisión de defensa al disco numero 6 de Rafo Raez sólo porque me guste mucho el artista--el disco me parece bueno o muy bueno.

Claro y hay que ser sincero en esto, no hay ningun disco de Rafo Raez en que todas las canciones de principio a fin sean lo más más(o sea canciones que tengan todas el nivel de por ejemplo "nada como una sonrisa tuya" o "artificial de noche")
Siempre hay canciones por así decirlo "buenas y punto" no?

Esas canciones "buenas y punto" claro que no faltan en el disco Chasqui changes así como los otros discos de Rafo Raez.
Pero a estas alturas tu me preguntarías ¿Cuales son las canciones muy buenas......
Son: Perdóname, Siempre se te extraña aqui, Vivoras místicas y....bueno Los planetas y el caminerito. Canciones que ami parecer son las mejores y que son suficientes para hacer del CHasqui Changes uno de los mejores de Rafo Raez.
Te apuesto que a muchas personas les gusta artificial de noche o chica canela como la cancion perdoname o siempre se te extraña aqui.
¿Porque no criticaste el MUERANSE como al Chasqui Changes si EN el MUERANSE SE NOTA CLARAMENTE LA FALTA DE ESA GRANDIOSIDAD QUE TIENEN LOS RESTANTES ANTES DEL "OBSEQUIO"?
Es que la verdad Perdoname y Siempre se te extraña aqui, son grandes canciones y aunque si bien es cierto se podría decir que tienen-para ti mal sonido en cuanto a los terclados y al órgano-tonos "simples"(pero buenos)...
¿No sientes lo diferente que hay en esas dos canciones, unicas en suu producción ? La temática obscura, profunda,sentimental y con mucho sentido.
Concluyendo, en mi opinion EL CHASQUI CHANGES ES BUEN DISCO.
ME POARECIO MAL QUE CREAS Y QUE SE LO DIGAS A RAFO RAEZ QUE ERA UN BAJON!!!!!
QUE ESTE EXPERIMENTANDO (Y BIEN) POR OTRAS DIMENSIONES ES UNA COSA Y QUE LE ACHAQUES SU CAMBIO DE RUMBO, DE ROMPER CON UNA LINEA MUSICAL QUE LLEVABA, ES OTRA COSA.
ESPERO QUE TOMES EN CONSIDERACION MI COMENTARIO O SINO EN TODO CASO YA QUE TU BLOG ESTA ESPECIALIZADO EN ANALIZAR DISCOS QUE SALEN, TE RETO A QUE PUBLIQUES UN POST EN QUE SOMETAS A DEBATE EL TEMA DE LO BUENO O MALO DEL DISCO "CHASQUI CHANGES"
AHI EL RETO.
Y TAMBIEN ESPERANDO TU RESPUESTA.
Termine defendiendo al Chasqui CHANGES...=)
dISCULAP LA EMOCIÓN PERO COMO DICE rAFO rAEZ
(PARAFRASEANDO) -----
"hay cosas que se tienen que decir, porque nadie las dice"
CREO QUE MI DEFENSA DEL CHASQUI CHANGES ERA LA QUE FALTABA EN TU BLOG
MI
ESPERO TU RESPUESTA-----

Anónimo dijo...

pd: Soy kevin, espero que apruebes mi comentario y lo publiques.

Julio Meza Díaz dijo...

Estimado Kevin:

Gracias por escribir un comentario en mi blog. Respeto tu entusiasmo, porque demuestra la pasión que tienes por la música y, sobre todo, por la música de Rafo Ráez, que es un creador que yo respeto y admiro.

Lamentablemente, aunque lo deseo, en esto momento no podré aceptar tu reto. Sucede que mis ocupaciones son varias, y no dispongo de tiempo para preparar un post con el rigor que es necesario. Sin embargo, aunque la entrevista es del 2008, y pese a que no he escuchad el Chaski Change hace mucho, me reitero en mi posición: el Chaski Change es un bajón en la discografía de Rafo. Esto no significa, claro está, que considere a Rafo un mal músico. Repito lo mismo que coloqué al principio: para mí Rafo es un creador al cual respeto y admiro.

Un abrazo, Kevin. Y muchas gracias por participar en mi blog. Y sigue con esa pasión que demuestras al defender tus ideas. (Pero ojo: esa pasión es buena siempre y cuando no llegue a la arbitrariedad y la violencia).

Estamos en contacto!!!

Anónimo dijo...

Hola, soy kevin otra vez:

Bueno gracias por responder, mmm..... Julio Meza, dices que soy apasioando en defender mis "ideas" puede ser....
Pero no has respondido nada!!!, no me dices nada de las canciones "Perdoname" "Siempre se te extraña aqui" "Vivoras Misticas" y otras mencionadas

¿Y los argumentos Con que debiste responder? Como puedes decir:
"me reitero en mi opnion de que el Chaski Changes es una bajon"
Y punto.

Recuerda el Derecho...

Si mas no recuerde el unico argumento que tenias en contra del Chasqui Changes era su bajon pero por lo musical.
Pero ¡cuantos discos hay con un sonido malo pero una letra buena? Para mi muchas canciones del Chaski Changes tiene buena letra(sincveras mas que todo), en serio .
DEREPENTE TE CENTRATE SOLO EN LO MERAMENTE MUSICAL Y TE OLVIDASTE DE LAS LETRAS DE LA CANCIONES, LO QUE QUIEREN DECIR (PARA MI DICEN MUCHO LAS CANCIONES), QUIZAS AHI FUE DONDE ERRASTE.
Quizas el giro musical de golpe fue lo que no te gusto y eso quizas te dio una opinion del disco muy sesgada y por la tanto DEMASISADO SUBJETIVA (ES UNA HIPOTESIS).
Seria bueno que critiques las letras de algunas de las canciones que te cite anteriormente.
Espero que no te molestes Amigo Julio Meza, creo que ahora te hable con más objetividad.
Y....bueno espero tu respuesta, como alguna vez respondiste con argumentos.
Julio te digo algo en silencio.....
Tu tambien te apasionas.... en tus respuestas...
He leido muchas de ellas.....
Te cierras un poquito tambien... (preguntale a alguien mas si quieres)
Eso nos pasa a los que estudiamos o hemos estudiado Derecho, una mente un poco cuadriculada y que ve las cosas un tanto unilateralmente.

CUIDATE MUCHO, ME OLVIDE DECIRTE QUE ESTAN INTERESANTES TUS POST, HE LEIDO VARIOS DE ELLOS.

ESPERO ME RESPONDAS(con argumentos) y publiques mi post.


ESPERO QUE TE VAYE BIEN EN TU TESIS.